A las cinco disciplinas artísticas clásicas —arquitectura, escultura, pintura, música y literatura—, y a las cuatro incluidas en el siglo XX —artes escénicas, cinematografía, fotografía e historieta—, hay muchos expertos y profesionales que suman una décima: la restauración artística.

La importancia de la recuperación y el conocimiento del pasado a través de sus obras de arte tal y como fueron concebidas que ha ido inundando el mundo cultural desde la segunda mitad del siglo pasado, ha hecho que la restauración artística haya ido consolidándose como otra forma de ejecutar el arte.

En esta línea, la restauración de carruajes antiguos tiene uno de los enclaves más destacados en Lebrija y así lo reconocen publicaciones del sector tan prestigiosas como Attelages magazine. La revista especializada francesa, en un reportaje sobre el trabajo que realiza la firma lebrijana Carruajes Alba llega a señalar que es una de las «grandes casas de restauración de carruajes que hay en el mundo».

El sueño de un emprendedor

Luis Alba, un emprendedor de 46 años de edad, casado y con dos hijos varones de 23 y 21 años, no se podía imaginar en 1989 que su futuro estaría marcado por los coches de caballo antiguos. En aquel año quería ser cocinero, pero acabó matriculándose en un curso de construcción y restauración de carruajes de la hoy extinta Mancomunidad de Municipios del Bajo Guadalquivir. El curso fue impartido por Guillermo Ortiz a diez jóvenes, entre los que destacó Luis por su entusiasmo y dedicación.

Después de tres meses de aprendizaje, Luis Alba se queda a trabajar en el taller de su profesor realizando carros de doma y break, «pero el que verdaderamente me despierta el entusiasmo por la restauración —subraya Alba a ABC Provincia— es un ómnibus», carro dedicado al transporte de viajeros.

Empresario a los 23 años

A finales de 1993 Ortiz decide cerrar y el joven emprendedor se hace empresario con 23 años de edad. Tras conocer a numerosos coleccionistas y aficionados a los carruajes y enganches, Alba opta por la restauración y descarta la fabricación de nuevos coches. «Considero que un carruaje antiguo es una obra de arte realizada por artistas que no estaban considerados como tales», indica el restaurador a ABC Provincia.

Ahora, Luis Alba es asiduo en las subastas internacionales de este tipo de vehículos que se celebran principalmente en Estados Unidos, Francia y Holanda. Allí adquiere los coches que responden a los encargos de sus clientes, y ya en Lebrija, en el taller que ocupa la planta baja de su domicilio, comienza un concienzudo trabajo, primero de análisis y estudio y luego de restauración integral.

La firma lebrijana persiste en su objetivo de posicionarse en el mercado internacional de los carruajes antiguos restaurados y en el mundo del coleccionismo de este tipo de vehículos. Por el taller ya han pasado una veintena de estadounidenses y alemanes y se han mandado pruebas de trabajos a la Casa Real de Suecia y al Museo Nacional de Carruajes de Portugal.

En su haber está, entre otras, la restauración de dos carruajes que se utilizan en la presentación de las credenciales de los embajadores extranjeros en elPalacio Real de Madrid.

Fuente:

http://sevilla.abc.es/provincia/20151021/sevi-carruajes-lebrija-museos-201510201734.html